Seguimos con las entregas navideñas, en este caso me he decidido por la (verdadera) historia del reno Rudolph, sí, sí, el de la nariz roja, ya sabéis...Pues bien, todo el mundo conoce el cuentecito del señor Robert L. May, super feliz y lleno de esperanza: que si era un reno diferente a los demás, que si Santa Claus no lo discriminó y ese detalle que lo distinguía, su nariz rojita, lo convirtió en el guía del trineo...hasta le dedicaron una canción que fue éxito de ventas en los años 50, esa que decía así:
Era Rudolph un reno
que tenía la nariz
roja como la grana
con un brillo singular.
Todos sus compañeros
Todos sus compañeros
se reían sin parar,
y nuestro buen amigo
triste y solo se quedó
Pero Navidad llegó
Pero Navidad llegó
Santa Claus bajó
y a Rudolph lo eligió
por su singular nariz
Tirando el trineo
Tirando el trineo
fue Rudolph la sensación,
y desde ese momento
toda burla terminó.
Pues bien, siento ser yo la que tenga que abriros los ojos, pero todo esto...¡son pamplinas!(uy, siempre he querido decir esa palabra, jajaja). Os voy a contar su verdadera historia...
Rudolph siempre fue un reno problemático. Desde pequeño, sus padres no le hacían mucho caso, así que lo metieron muy pronto a trabajar ayudando a los duendecillos de Santa Claus, para que dejara de callejear con esos renos punkis tan estrafalarios que tenía como amigos y que no lo llevaban por buen camino...Pero vaya, en el taller pronto empezaron a surgir problemas. Desaparecían miles de barras de pegamento, miles de millones, y todos parecían darse cuenta salvo Rudolph, que parecía estar siempre como en una nube, flotando, con los ojos como platos y lanzando unos suspiros...Anda, a ver si va a resultar que Rudolph se dedicaba a...uy uy uy...los duendecillos nunca lo supieron con exactitud pero querían callar las malas lenguas, así que Rudolph fue despedido.
Sus padres no sabían qué hacer con él, era la oveja negra (no sé si existe la expresión "el reno negro") de la familia... Así que nada más cumplió 18 años, abandonó el hogar familiar y estuvo viviendo en la calle. Para evitar el frío (recordemos que es finlandés) dejó de lado el pegamento, pues no le permitía entrar en calor, y se lanzó al alcohol, o si no ¿por qué creíais que tenía esa nariz roja todo el día? ¿de nacimiento?, y qué más...
Cierto día, unos polícias lo pillaron vendiendo coca para pagarse su vicio (el ron con cola, no estaba para delicatessen) a unos adolescentes y ale, Rudolph entró en la cárcel pero por poco tiempo. Ya que sus padres no querían responder por él, lo dejaron a la buena de Dios (así se llama una canción de Los Salvajes,que no falten las notas POP) y lo metieron en un programa de esos de reinserción social.
En este caso, el programa que le tocó cumplir fue ayudar a Santa Claus con su trineo, ya que en el taller no querían saber nada de él. Parece que dejó de lado los malos hábitos, pero tanto bebió y bebió que su nariz nunca dejó de ser roja...Como Santa Claus no estaba dispuesto a que por su culpa cayera su reputación, y entre él y unos cuantos duendecillos crearon aquella historia que citaba yo al principio, que es la que todos conocíamos.
Os dejo con una imagen de Rudolph en fieltro, corresponde a la última Rave que pisó, esos ojos como platos y esa nariz roja jamás los olvidaremos. Ahora, parece que disfruta de su éxito, aunque lo han visto acompañado de Macauly Culkin, y seguro que eso no significa nada bueno...
Para acabar, una recomendación: no les dejéis a los camellos de los Reyes Magos, como cada año, una copita de mistela, no vaya a ser que dentro de unos años nos enteremos de que somos nosotros mismos los culpables del alcoholismo de otros seres mágicos...
2 comentarios:
Se veía venir...esa nariz rojaza...lo que me extraña es que el Santa Claus no le dé también a la litrona, siempre sonriendo y con los mofletitos tan rojos, y que no fuese él el que inició al pobre Rudolph en las tortuosas sendas de la drogadicción. Habría que investigar más a fondo el caso. Y yo no les quitaría el ojo a los Reyes Magos de Oriente: a ver si en vez de oro, incienso y mirra traen heroína de Afganistán en el culo de sus camellos...
Jajajaja, pues sí, Niño, yo creo que la elección de los camellos por parte de los Reyes Magos no es nada casual...además, qué hicieron los RRMM con el oro, el incienso y la mirra? seguro que con el oro compraron el primer recinto de chill out en medio del desierto, entre cojines encendieron el incienso y la mirra se la fumaron...
Muas muas muas!
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