Corre, corre caballito... sí, esta es la idea general que se tiene del cine español de los 60, Marisol, jajaja, pero me hacia ilusión, de pequeña, escuchar eso de Corre corre caballito, incluso se la cantaba a mis ponys, que iba amonotando en un establo de plástico y unas casetas de madera que mi padre me construía, casi con fervor, con sus comederos y todo.
Con mi anillo (sí, lo he confeccionado yo) rindo un sincero homenaje a todos los caballitos, y a las tardes que pasaba yo super feliz jugando con tanto pony, montándoles competiciones, fiestas, vermús...en concreto, quiero homenajear a uno que perdí, un Pequeño pony de color amarillo que llevaba vestido con un trajecito azul (claro, el negocio Pequeño Pony se explotó en todas sus posibilidades), unos zapatitos naranjas y una bandolera a juego con el sombrerito, también naranja. La mañana en cuestión, un domingo cualquiera para una niña de 10 años, salí de casa con mis padres y mi hermana a pasar el día en el campo, lo llevaba en el bolsillo de mis vaqueros super feliz, dándole a una tuerquita que tenía que permitía que girara la cola, super mono.
Cuando bajamos del coche, los bártulos y nosotros, ya no lo llevaba encima...estuvimos rebuscando en todos los lugares imaginables, y nada. Ays, qué disgusto, aún se me revuelve todo un poquito cada vez que lo pienso...qué llorera cogí...
Al menos éste, en anillo, lo tengo bien atado, no creo que se vaya a escapar.Y, en cuanto al otro, creo que ya es un poco tarde para poner anuncios de búsqueda y captura en los periódicos.
Venga, venga, contad experiencias similares de vuestra infancia, me iría bien la terapia en grupo para superarlo (algún día).
6 comentarios:
Holo! yo tengo pocos recuerdos de mis juguetes infantiles, será porque me pasé media infancia deseando una barbie, cuando me llegó el turno tenía edad de Ken, pero de carne y hueso, jajaja; Eso sí recuerdo todo tipo de juguetes fabricados de forma casera con maderas, pinzas de la ropa y gomas de las de cajas de zapatos (me he reprimido de decir gomas de los huevos), también la cuerda y la goma con todas sus melodías....Mª Conchita Chiribí.....o Don Melitón....., otros tiempos Marpop
Besos juguetones (ups)
Anda, pues yo nunca he sdio de Barbies, y eso que mi hermana tenía muchas y las conjuntaba en vestuario, montaba desfiles de moda y todo,jajaja!
Ala, siiiiiiiiiii, me acuerdo de las canciones de la cuerda y de la goma, sobre todo una de la goma que decía: tenemos chica nueva en la oficina, que se llama Ragazza y es divina...que la sacamos de un anuncio típico de nuestris tiempos, jajaja!
Otros tiempos, sí, si algún día tengo hijos (lo más probable es que tenga un gato, pero bueno, jaja) voy a continuar con la fabricación manual de juguetes y aquellas cancioncitas sin ton ni son, qué chuli era todo!
¿Besos juguetones?jijiji. Yo te mando besos melódicos acompañados de chuiks al ritmo de la goma de saltar.Toma, jaja.
Yo ya te conté lo del romano...snif! Era uno de esos muñecotes de goma, uno de esos que aun venden pero los niños ya no compran. Era un romano que salía en un tebeo de Asterix y Obelix, uno que le daban tanta poción mágica que volaba, y tenían que atarle con una cuerda del tobillo para que no se fuese volando. Pues ese era. Con su lancita y su casco. Era una preciosidad de romano.
Me lo regalaron para un cumpleaños, en el que invitamos a toda la familia, primos y primos segundos incluidos. Y ese mismo día, desapareció. Anduve mucho tiempo rebuscando detrás del armario, pensando que se habría caído ahí. Cada cierto tiempo echaba un vistazo, pero no aparecía.
Al cabo de un tiempo, en casa de mi primo encontré un Popeye y un Brutus, también de goma, y descoloridos, que también se me habían "perdido". Le pegué una hostia por la apropiación (podía hacerlo, era menor que yo, jajaja), pero el romano no se lo encontré por ningún sitio.
¡Gracias por el romano de playmobil que me regalaste (con su toga y hasta su pergamino con dichos en latín) para resarcirme del trauma!
Ay, es verdad, Niño, tu historia del romano también requiere un post aparte, jaja.¿Era tu primo Carlitos, ese al que el diminutivo no le hace justicia?jajaja, seguro que hoy si le pegas una hostia te la devuelve el doble de grande, jajaja, pero sí, una hostia merecida.
De nada por el Playmobil, tú tb me regalasta un Pequeño pony para superar el trauma, estamos en paz!!! y eso que me he "pedido" también aquél que vimos, un Pequeño Pony con casco, montadop en Vespa, con sonidos de "brum brum" y frenazos incluidos, mítico,jajaaja.
Besotes POP, hasta lueguito, viva las invitaciones a comer!jajaja!
AH SÍ, HACÍAMOS FIESTAS EN LAS QUE LOS PEQUEÑOS PONIES INVITABAN A MI BARBIE CORAZÓN(SIN UNA PIERNA PQ EL MISMO DÍA DE REYES QUE ME LA REGALARON SE LA ROMPÍ AL SACARLA DE LA CAJA..Y NO COLABA LO DE-ES QUE YA ESTABA ASÍ...) A LA FIESTA DE LOS PONIES..Y TODOS SE VESTÍAN DE FIESTA, PERO ESO´SÍ, LA BARBIE SE CAMBIABA VARIAS VECES DE VESTUARIO...
pues sí, éramos las reinas de la juerga!!!jajaja! ay, me acuerdo de tu Barbie, porque por primera vez en la vida no fui yo la primera en romper un juguete!!jaja!
Muas!
Publicar un comentario