EL MUNDO ES UNA MARNUALIDAD

EL MUNDO ES UNA MARNUALIDAD

miércoles, 27 de agosto de 2008

"Hay en Madrid una niña..."











Celia lo que dice, Celia en el colegio, Celia novelista, Celia en el mundo, Las aventuras de Cuchifritín...se alargó la cosa hasta los 80, con libros curiosos -no editados en España, por lo que he oído-como Celia en la revolución, texto comprometido basado en los horrores de la confrontación fraticida, y muchos, muchos más... os puedo soltar toda la retahíla de libros de Celia habidos y por haber en el mundo mundial, seguramente he sido una de sus más fieles lectoras, primero lo fue mi madre, después me llegó el turno.
Y primero fueron los libros, después la serie (me he inspirado más en la niña de la serie para realizar el fieltro, en concreto a la imagen de la niña en la segunda temporada: Celia en el colegio, ya que los dibujos de los libritos, aunque son bastante parecidos, de Elena Fortún, son inigualables).
Va dedicado a todos-as aquello-as que no hayan tenido el placer de leer estos librines, ni de ver la serie, bien de pequeños o ahora (nunca es tarde). Allá va la introducción del tomo Celia en el colegio, para ir abriendo boca.
Chssssssssssssss, calláos, que empiezo a leer, ejem ejem (me aclaro la garganta):
A Celia la han llevado a un colegio interna.
¡Celia era mala! Aquellas travesuras que tanto os han hecho reír y que ella os ha contado en el libro “Celia: lo que dice”, eran maldades.
Ser mala es no adaptarse a las costumbres de los mayores.
Y, como habréis observado, nadie se lleva al gato de paseo, ni sube al borriquillo en el ascensor, ni suelta la ducha sobre el hermanito vestido, ni se pone a servir cuando tiene criados en casa...
Por hacer todo esto y otras muchas inconveniencias más, Celia ha entrado interna en un colegio de monjas que hay en un pueblo cerca de Madrid.
Nosotras, sus amigas, hemos prometido ir a verla todos los domingos, porque le hemos tomado cariño y no queremos dejarla sola con sus inquietudes.
¡Hoy es domingo! Vamos a verla en ese coche alegre que sale de la plaza Mayor y corre por la carretera amarilla entre sembrados.
¿Veis aquella casa grande con muchas ventanas? Pues esa casona triste es el colegio, y una de aquellas ventanitas estará sobre la cama de Celia...
“Tilín, tilín”, hemos llamado.
“Ave María Purísima”, nos contesta desde dentro una voz gangosa, y nos pregunta a quién queremos ver...
—¡A Celia, a Celia! –gritamos todas sus amigas–. Queremos ver a Celia en el colegio.
Abre la puerta la hermana portera y entramos en la sala de paredes encaladas, donde esperan las visitas y todo el mundo habla en silencio... Un grito...
Es Celia, que aparece por la puerta del rincón vestida de colegiala, y que grita al vernos:
—¡Cuánto me alegro de que hayáis venido!...

Como anécdota, sepan ustedes que MARPOP, a la inocente edad de 7 u 8 años,o quizá alguno más, ya era una cinéfila de toma y daca, sin saberlo claro, pues la serie televisiva fue dirigida por el gran JL Borau...

4 comentarios:

morena dijo...

No tengo el gusto, pero quien sabe....

Disculpe la tardanza en lo prometido pero ando un poco de cabeza, le llegará

te muackeo

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Uy, morena, pues de veras que nunca es tarde, son unos libros rebonitos, y yo quería ser como la niña de la serie, con tantas aventuras,jajaja.
No se preocupe, morena, confío en la llegada de "lo que sea" super expectante...qué iluuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu más grande!
Eso de "muackeo" me ha traído a la cabeza el recuerdo del anuncio aquel que salí un jugador del Valencia, uno moreno (¿ve qué conocimientos futbolísticos más amplios los míos?jajajaja) que salía jugando al balón con 3 tipas super arregladas y después de unos toques comían "Muakis", jajajaja.
Muakis para usted, rellenos de chocolate!

Anónimo dijo...

Jajaja, te refieres a esa anuncio tan cutre, el de Albelda y los muakis, con tres tiparracas que parecían gogós de Bananas, lo menos. Somos "asín".

¡Te estás convirtiendo en toda una arqueóloga de la infancia! ¿Qué va a ser lo próximo?

Muchos muakis!

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Ah, pues ese era, Albelda o como se llame!jajaja!, sí, menudo anuncio más cutre, lo raro era que hablaran en castellano, oye, con lo bien que habría quedado, para rematar la faena, un "che, qué bons están els muakis", jajaja.
Claro, una arqueóloga soy, ya que por nuestra carrera no me dejan serlo reinterpreto ese gusto por el patrimonio histórico (de la infancia, en este caso), jajaja.
GRacias, Niño, muchos muakis para ti tb, pero mojados en horchata, jaja!