Hoy en día, la suma de promoción televisiva más concurso electrónico es imbatible, pues convierte en popular cualquier cosa: en central, en referente. Desde luego Chikilicuatre no es cualquier cosa. Es un monstruo hecho con esa mezcla de contrarios que es tan característica de El Terrat: le han adherido retales reconocibles, jirones de lo alto y de lo bajo, el guiño irónico, incluso el sarcasmo, lo vulgar, lo literal.
De repente ha aparecido Rodolfo Chikilicuatre. Tiene su espacio en myspace y tiene página web. Canta una pieza memorablemente sarcástica: Baila el ChikiChiki. Empieza diciendo: “Perrea, perrea”. Luego propone contonearse al ritmo del chiki chiki: “lo bailan los brothers y lo bailan los frikis”. Señores y señoras, niños y niñas...es cierto, Eurovisión no es lo que era, ¿pero qué tiene eso de malo?